La formación en primeros auxilios y atención inicial de emergencias es fundamental para el personal militar por diversas razones. En primer lugar, salva vidas: en el campo de batalla o en situaciones de emergencia, una intervención rápida y adecuada puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de un compañero. Saber cómo controlar hemorragias, realizar RCP (reanimación cardiopulmonar) y estabilizar a los heridos puede aumentar considerablemente sus posibilidades de supervivencia.
Además, mejora la moral: saber que sus compañeros cuentan con las habilidades para brindarles asistencia médica en caso de una emergencia puede aumentar la moral y la confianza del personal militar, lo cual es especialmente importante en situaciones de alto estrés o peligro. También reduce las discapacidades a largo plazo: una atención inicial adecuada puede prevenir o minimizar las complicaciones y discapacidades que podrían derivarse de una lesión grave, beneficiando no solo al individuo afectado, sino también reduciendo la carga sobre el sistema de salud militar y la sociedad en general.
Otro aspecto crucial es el aumento de la capacidad de autosuficiencia: en entornos remotos o austeros, donde la atención médica profesional puede ser limitada o inaccesible, el personal militar con formación en primeros auxilios puede ser la única línea de defensa para sus compañeros heridos. Asimismo, fomenta la responsabilidad y el trabajo en equipo: la formación en primeros auxilios promueve la responsabilidad individual y el trabajo en equipo entre los miembros del personal militar, permitiendo una atención más eficaz y completa a los heridos.
La preparación para desastres naturales y otras emergencias también es esencial: las habilidades de primeros auxilios no solo son útiles en el campo de batalla, sino que también pueden ser valiosas en caso de desastres naturales, accidentes u otras emergencias que afecten a la comunidad militar o civil. Además, el fortalecimiento de las relaciones con la comunidad: brindar asistencia en caso de emergencias a la población civil puede fortalecer las relaciones entre el personal militar y la comunidad, creando un entorno de mayor confianza y colaboración.
Por último, el desarrollo de habilidades para la vida es un beneficio adicional: las habilidades de primeros auxilios son valiosas no solo en el ámbito militar, sino también en la vida civil. El personal militar con esta formación puede estar mejor preparado para responder a emergencias que puedan afectar a sus familias, amigos y comunidades.
La formación en primeros auxilios y atención inicial de emergencias es una parte esencial del entrenamiento del personal militar. Esta formación no solo salva vidas, sino que también reduce las discapacidades a largo plazo, aumenta la capacidad de autosuficiencia, fomenta la responsabilidad y el trabajo en equipo, y prepara al personal para responder a una amplia gama de emergencias.
Además, las normas internacionales de derecho humanitario, como los Convenios de Ginebra, obligan a las partes en conflicto a garantizar la atención médica a los heridos y enfermos. La formación en primeros auxilios es esencial para que el personal militar pueda cumplir con estas obligaciones. Las fuerzas armadas de todo el mundo reconocen la importancia de la formación en primeros auxilios y la han incorporado como parte integral de sus programas de entrenamiento.